Para las personas mayores, el deporte y las actividades físicas son la pieza clave para mantenerse saludables. Según la Organización Mundial de la Salud, los adultos mayores inactivos o con enfermedades limitantes ven mejorada también su salud en alguna medida si pasan de la categoría ‘sin actividad’ a la de ‘cierto nivel’ de actividad.
Pese a las evidencias, tan sólo el 18% de los adultos de 65 a 74 años y el 15% de los mayores de 75 años cumplen las pautas mínimas de ejercicios cardiovasculares y de fuerza muscular establecidas por la OMS. Son muy pocos los que realizan más de 150 minutos de actividad física aeróbica moderada-vigorosa por semana y ejercicios de fortalecimiento muscular por lo menos 2 veces a la semana.
La pandemia, además, ha mermado las posibilidades de este grupo, que representa el 25% de la población española, para acceder a este tipo de actividades de forma segura. Algo que preocupa a los profesionales de la salud, de su cuidado y a sus familiares. “Una buena rutina de entrenamiento deportivo especializado para personas mayores puede ayudar a mejorar su calidad de vida y a mantenerse ágil y saludable”, explica Carmen Cervera, responsable audiovisual de Olimfit, que señala además que “la dependencia física o las limitaciones relacionadas con el Covid- 19 que puedan tener las personas de edad avanzada no impiden que se realicen actividades físicas”.
Sin embargo, éstas deberán ser controladas y adaptadas de manera que se ajusten a sus necesidades. Es por ello por lo que, a pesar de las consecuencias de la pandemia que limitan el contacto con personas ajenas y las restricciones de aforo, desde Eurofitness han detectado como las residencias de ancianos están incorporando Olimfit, su gimnasio virtual, como solución digital para poder hacer deporte con seguridad.
“En Olimfit existen clases online diseñadas especialmente para esta edad, enfocadas en prevenir atrofias, lesiones musculares y óseas, mejorar la movilidad articular, mantener la capacidad respiratoria, potenciar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad, a la vez que mejora los reflejos, la coordinación y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas”, apunta Carmen Cervera que añade que “los resultados son óptimos porque no sólo crecen los niveles de salud sino también la motivación o la autoestima”.
En definitiva, la edad y el Covid-19 no son un impedimento para realizar prácticas deportivas positivas para la salud, siempre y cuando se eviten los comportamientos de riesgo y se haga de forma supervisada por profesionales del deporte.