Las empresas están sufriendo una profunda revolución llamada Transformación Digital. Esta revolución se ha visto acelerada a causa de la crisis sanitaria. Las empresas han adoptado nuevas tecnologías en sus procesos. Sin embargo, el 80% de las transformaciones fracasan (Bain). ¿Cuál es el motivo? Tal y como se destaca desde IDIENA, Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada, la clave está en las personas, en la falta de competencias emocionales para adaptarse a un cambio vertiginoso y radical, para el que no estamos preparados.
En los últimos años, ya se venía hablando de la transformación digital de las empresas. De la digitalización, de los cambios en los modelos de negocio, de nuevas herramientas de innovación como el design thinking, técnicas como agile, nuevas formas de trabajo… Y, en ese entorno, vino la crisis sanitaria y la revolución fue aún mayor y acelerada. En este contexto, son muchas las transformaciones que fracasan. Según datos publicados, hasta un 80% de las transformaciones digitales fracasan (McKinsey, Bain). La causa subyace en las personas, en el equipo, que, aunque sean formados en competencias tecnológicas y digitales, no son capaces de aplicarlos de forma eficaz. En definitiva, tal y como destaca IDIENA, Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada, existe una falta de competencias digitales emocionales para abrazar el cambio y conseguir el éxito.
El uso intensivo y excesivo de la tecnología en el entorno laboral ha incrementado la los cuadros de stress, ansiedad y depresión, especialmente en los últimos 12 meses, según un estudio realizado por Affor. Además, en ese mismo estudio se afirma que la llegada del teletrabajo ha incrementado la sensación de sobrecarga y complejidad de su desarrollo profesional. “El cambio no se improvisa, y la gente ha respondido, la mayoría con miedo, ansiedad, incertidumbre… que no son los mejores ingredientes para una transformación rápida y eficiente. Y no se resuelve ni con inversiones tecnológicas, ni con educación en competencias digitales (formación tecnológica). ¿Quién cambia el miedo en iniciativa, la ansiedad por ilusión, la parálisis por la flexibilidad…? ¿Cómo van las personas a aplicar nuevas tecnologías, si no cambian sus actitudes y comportamientos del pre-covid” afirma Michael José Belzunce, presidente de IDIENA.
En este punto, se hace necesario formar a los equipos en las competencias digitales emocionales. ¿Qué son? Son aquellas habilidades emocionales que las personas deben desarrollar para ser capaces de enfrentarse a las características de la disrupción digital que afecta a todas las organizaciones y personas.: la velocidad de cambio, la incertidumbre, la necesidad de innovar para subsistir y la radical centralidad y empatía en el cliente.
Y es que, si una empresa tiene que hacer un plan de digitalización, debe hacerlo teniendo en cuenta el nivel de competencias digitales emocionales que tiene su plantilla. Hay que desarrollarlas de forma expresa. Sin ellas, las inversiones en tecnología digital no darán resultados porque son las personas las que lo tienen que implantar y adaptar. Son esenciales estas competencias porque “normalmente, las capacidades emocionales que tenemos las personas no están preparadas para cambiar a la velocidad necesaria y con la radicalidad con que lo exigen las tecnologías digitales” analiza José Belzunce.
¿Y cómo adquirimos las competencias digitales emocionales? ¿Se aprenden? Estas competencias hay que elevarlas a una nueva dimensión y eso requiere un cambio de actitudes y comportamientos, que no se puede conseguir a través de una “formación” tradicional: es decir, no se aprenden estas competencias ni mediante clases ni cursos presenciales ni seminarios: porque no se trata de adquirir conocimientos, sino de cambiar actitudes y comportamientos. IDIENA ha revolucionado los sistemas de aprendizaje, creando el concepto de emotional skills training, o entrenamiento en competencias emocionales. La novedad consiste en crear un método que permite adquirir estas competencias y ponerlos en práctica es a través de un “entrenamiento” diario y continuado, aplicando el micro aprendizaje combinado con tecnología multimedia y simulaciones interactivas, durante un proceso largo de tiempo, aunque con poca intensidad diaria. Es un aprendizaje basado en la práctica de micro-hábitos y basado en la inteligencia emocional y la neurociencia.
Idiena ha desarrollado unos programas que permiten a las empresas fortalecer las competencias emocionales de sus empleados y directivos.
Si a nivel individual, es necesario diagnosticar tu nivel de competencia digital emocional, Idiena ofrece unos diagnósticos gratuitos de rigor científicos que miden tu nivel. Del mismo mod, ha desarrollado entrenamientos específicos que te permiten fortalecer aquellas competencias que más necesitas desarrollar, o incluso que mejoren tu bienestar emocional.
Acerca de IDIENA (Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada).- https://www.idiena.com/
IDIENA (Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada S.L.) es una entidad innovadora cuya misión es aportar a las personas, las organizaciones y la sociedad enfoques y técnicas derivadas de la inteligencia emocional, la psicología positiva y la neurociencia que les ayuden a desarrollarse al máximo y de forma integral y equilibrada como personas, trabajadores y ciudadanos.
Ha desarrollado metodologías de formación y entrenamiento innovadoras y virtuales sobre soft skills, con una metodología única, online y disruptiva basada en el micro aprendizaje, la adquisición de micro hábitos y la interactividad visual, que permite asimilar de forma adecuada y entretenida actitudes y los comportamientos emocionalmente sanos.
Estas soft skills mejoran la calidad de vida de las personas cuando se consigue un enfoque práctico. El Instituto alcanza este objetivo a través de la difusión de programas de actuación, cursos de formación y proyectos prácticos en colegios y universidades; instituciones públicas y privadas; y organizaciones en general, tanto en España como en otros países.
IDIENA es el resultado de más de 15 años de experiencia analizando las necesidades y deficiencias de la formación educativa y empresarial en el ámbito de los soft skills, apostando por un modelo más allá del presencial (de alto impacto momentáneo pero sin cambios reales en las personas), centrado en el trabajo diario, metas y adquisición de hábitos emocionalmente sanos.