Madrid, 20 de enero de 2021 – Bridge for Billions, una de las redes de emprendimiento más grandes del mundo, ha presentado un estudio con motivo del Día Internacional de la Educación en el que analiza quiénes son los principales actores del ecosistema emprendedor en España. Los datos examinados durante el último año revelan que, atendiendo a la situación de empleo en el momento de poner en marcha un negocio, los estudiantes se configuran como el grupo mayoritario, ya que suponen un 52% del total. Le siguen personas empleadas por cuenta ajena a tiempo completo (21%), autónomos (13%), empleados por cuenta ajena a tiempo parcial (7%) y desempleados (7%).
Con respecto al nivel educativo, el 48% de los emprendedores son graduados o licenciados, el 27% posee un título de máster, y un tercer grupo compuesto por el 18% ha finalizado sus estudios de bachillerato. “Cuando estaba terminando el bachillerato me puse a investigar en las diferentes universidades del País Vasco lo que me gustaría estudiar. Tenía clara una cosa: necesitaba una carrera que pudiera sacar lo mejor de mí como profesional y como persona, un lugar que hiciera explotar mi potencial y mis habilidades”, comenta Aritz Gartzia, socio fundador y CEO de EKOMODO, una marca de accesorios de diseño y sostenibles que convierte residuos en recursos. Gartzia accedió al grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación de la Universidad de Mondragón y fue escogido para participar en el programa Mondragón Team Academy, que aceleró su iniciativa y contribuyó a la puesta en marcha de EKOMODO.
La educación y los programas de emprendimiento e innovación en el ámbito universitario han sido una de las piezas clave para que Gartzia sacase adelante su proyecto. “Gran parte del conocimiento que tengo a día de hoy es gracias a la metodología de “aprender haciendo”. Los emprendedores nos desarrollamos dentro de un contexto real y concreto. Los aciertos y los errores son la base de esta metodología, que encuentra en la experimentación un camino para descubrir qué elementos funcionan y cuáles no en cada caso”, explica el fundador de EKOMODO.
Por su parte, Pablo Santaeufemia, CEO y cofundador de Bridge for Billions, asegura que es necesario repensar nuestro sistema educativo “si queremos una sociedad inclusiva, representativa y equitativa”. “Los líderes del futuro actuarán de acuerdo con los valores que recibieron e integraron durante su educación. Para ello debemos empezar a educar a las generaciones más jóvenes en la gestión de riesgos, la empatía, el liderazgo, la autoconciencia y otras habilidades sociales”, afirma Santaeufemia. Coincide con esta reflexión Gartzia: “Los jóvenes de hoy en día supondremos el 75% de los puestos laborales del futuro. Nuestros valores representan la sociedad de hoy y la de mañana. Tenemos una vida entera por delante y podemos generar un impacto positivo para dejar el mundo mejor de lo que nos lo encontramos.”
El perfil del estudiante que emprende: mujer de 23 años con un proyecto de impacto social
Atendiendo al grupo de estudiantes analizado durante el último año, las cifras indican que la edad media es de 23 años y el 87% de los proyectos creados tiene impacto social. Además, el 97% de las iniciativas tiene una base tecnológica y las principales áreas de innovación son legal (18%), moda (8%), alimentación y bebidas (6%), educación (5%) y salud (5%). Con respecto a su ubicación, el 51% proviene de grandes núcleos urbanos, mientras que el 37% pertenece a ciudades de provincia y el 7% a zonas rurales.
Asimismo, el 57% de las iniciativas emprendedoras han sido puestas en marcha por alumnas. Es el caso de Maddi Bercianos, cofundadora y directora de operaciones de BASK, una marca de moda sostenible que trata de concienciar dentro de “una de las industrias más contaminantes del mundo”. “Ojalá el emprendimiento estuviese programado en muchas carreras y universidades. Esto va más allá de crear una empresa, se trata de ser capaz de poner tus habilidades en juego para generar un cambio en tu entorno. El estudiante descubriría así que hay diferentes formas de trabajar y de poner en práctica su profesión”, explica Bercianos. Para Jon Kareaga, otro de los cofundadores de BASK, estudiar emprendimiento le sirvió para entender que “quería generar proyectos que fuesen acordes con mis valores y pasiones”. Ambos coinciden en que los estudiantes son los generadores del cambio: “La juventud es quien va a generar los cambios necesarios. Somos quienes viviremos en primera persona las consecuencias de lo que ya se nos avisa”, concluyen.