La startup zaragozana El asador en tu casa lleva platos cocinados a baja temperaturas a los hogares de España y Portugal. Desde Zaragoza, se lanzaron a principios de 2021 con el objetivo de aportar valor a la comida a domicilio ofreciendo asados elaborados con técnicas de alta cocina. En concreto, se han especializado en cocina al vacío (sous-vide) a baja temperatura, una técnica introducida por Joan Roca, del restaurante Celler de Can Roca, que consiguen más sabor, una textura y aroma más interesante y un mejor resultado en el paladar. Además es más saludable, ya que el producto se cocina en su propio jugo.
Tras este proyecto gastronómico está un equipo de jóvenes emprendedores liderado por Roger Hostalot. “Me apasiona la gastronomía y quería llevar a las casas platos de alta cocina. Parece que el delivery está relacionado con el fast food o precocinados, pero la pandemia ha demostrado que se puede ofrecer todo tipo de cocina a domicilio y que es un servicio muy preciado por los ciudadanos. Queremos acercar la alta gastronomía a las máximas personas posibles. Poder tener los mejores platos sin tener que cocinar. Y pueden degustarse un día de celebración, unas fiestas señaladas como Navidad o un día cualquiera que nos apetezca”.
Hasta ahora para disfrutar de alimentos cocinados a baja temperatura únicamente había dos opciones: ir a restaurantes que la incluyeran en su carta o hacerlo en casa, lo que requiere de utensilios específicos y muchas horas de cocinado. El asador en tu casa quiere democratizar esta técnica de cocina saludable y sabrosa. En su carta se ofrecen platos de cochinillo, cordero, vacuno, cerdo ibérico… y guarniciones de patatas confitadas, manzana y cebollas platillo confitadas o cebollas platillo caramelizadas.
“Aunque los asados se consumen tradicionalmente en grandes raciones para grupos numerosos y los asociamos a celebraciones, hemos descubierto que hay una parte de la población que demanda raciones individuales. Platos que se pueden comer cualquier día de la semana en tan solo 4 minutos de microondas o 12 al baño maría. Además, duran hasta 2 meses en la nevera y pueden congelarse. Así nos adaptamos también a personas que viven solas y quieren disfrutar también de estos auténticos manjares”, afirma el CEO y fundador de El asador en tu casa.
Desde que comenzaron su actividad, han detectado entre sus clientes a Fanáticos, que compran cada uno o dos meses; Gourmets esporádicos, que piden cuando les apetece tanto asados para la familia como para ellos mismos, eligiéndolos para celebraciones familiares o con amigos; Regalo de experiencia gastronómica, para sorprender a la pareja, amigos, padres, madres con un regalo diferente que los lleve a la alta cocina; y Healthies, gente que se cuida y no consume mucha carne pero cuando la comen es de calidad y con técnicas de cocina saludable y sabrosas.
“También hay fechas muy señaladas como la Navidad que ya se acerca cuando son típicos asados tradicionales como el cochinillo, el cordero o los rellenos. Con esta técnica de baja temperatura se le da aún más sabor y el plato es más saludable, por lo que comienza a ser muy valorada por los comensales. Normalmente, servimos en 24/48 horas pero para las fiestas navideñas es muy importante la compra anticipada y planificación, ya que este año hay una bajada de stock pero se espera una subida en la demanda. Años como este, en que venimos de una campaña anterior de bajo consumo, aún tiene más importancia ya que los productores parten de números anteriores muy bajos”, explica Roger.
El consumo en la campaña de Navidad 2021 se prevé al alza pero los productores parten de bajos número de 2020, por lo que aseguran que es complicado estimar la demanda y, por tanto, controlar si podrán servir a aquellos clientes de última hora. De ahí la importancia de la planificación y el pre-order.
Tras finalizar los estudios universitarios, Roger Hostalot creó su primera empresa, un portal y revista especializado en las aplicaciones empresariales de la tecnología RFID (www.rfidmagazine.es) antes de los 25 años. “Fue mi mejor universidad. Aunque ya en el colegio, vendía juegos de spectrum y, en el instituto, música en CD. Empezamos con el portal y un año después ya teníamos una revista impresa bimensual que llegó a los 3.000 suscriptores. Cerró al inicio de la crisis de 2007 pero decidí volver a emprender y me llamó mi pasión por la gastronomía”, asegura.