El negocio de las asesorías y gestorías es un sector maduro, con una demanda real, en el que los clientes están impulsando su digitalización. Las administraciones públicas apostaron por la gestión online en 2013 con la presentación telemática de los modelos tributarios, y ahora son autónomos y PYMES quienes demandan trasladar esa digitalización a sus tareas diaria con su asesor o gestor. Quieren y necesitan la información online y atención 24/7.
Sin datos tras la pandemia, en 2019 en España, el INE (Instituto Nacional de Estadística) contabilizaba alrededor de 70.000 asesorías y gestorías. De todas ellas, solo el 10% se han digitalizado según datos de Quipu, software de facturación online que trabaja para solucionar tareas administrativas diarias.
La transformación digital se ha acelerado, y las empresas lo ven como una aliada para ser más competitivas. La tecnología digital mejora la productividad, ya que facilita la generación y la logística de la información por parte del cliente, optimizando su accesibilidad y la digitalización de los documentos.
“La tecnología actual ya viene demostrando su éxito durante años. Los programas automatizan procesos tediosos y permiten al asesor optimizar su trabajo y centrarse en ofrecer valor a sus clientes. Los autónomos y PYMES tienen información en tiempo real que les ayuda a tomar decisiones de negocio y ser más competitivos”, afirma Roger Dobaño, CEO de Quipu.
La gran mayoría de asesorías y gestorías prestan sus servicios en su propia ciudad o comunidad autónoma; según el INE, suelen ser pequeñas empresas con una media de 2,8 empleados. La digitalización permite obtener clientes de una zona más amplia y ofrecer nuevos servicios especializados, impensables para las offline.
“La pandemia nos ha puesto las pilas a todos en la digitalización. También a gestorías y asesorías y a sus clientes. Las nuevas tecnologías liberan de tareas tediosas y ofrecen un futuro más eficiente y especializado. La presencialidad se ha cambiado por la forma online y la digitalización se ha convertido en un aliado de futuro y crecimiento”, asegura Dobaño.
Hacienda cada vez apuesta más por una relación digital e inmediata con las empresas, los autónomos y su documentación. Este último punto contribuye a la obligatoriedad de la digitalización, para poder cumplir con las demandas de la administración pública, así como para hacer frente a la nueva demanda online.
En consecuencia, son las asesorías las que terminan siendo las encargadas de cumplir con los tiempos y requerimientos de la Administración. De hecho, durante los últimos 3 años el número de requerimientos ha crecido sustancialmente, y lo que antes era algo excepcional se ha convertido en el día a día.
“Este es el motivo por el que la digitalización de los procesos administrativos se convierte en una obligación: tanto para hacer frente a los requerimientos de Hacienda, como para mantener la rentabilidad de los despachos. Para ello, es imprescindible la colaboración entre cliente y asesoría”, explica el CEO de Quipu.
Softwares como Quipu ofrecen herramientas digitales que van desde el lector OCR que digitaliza automáticamente tickets y facturas, y permiten la integración con A3 de Wolters Kluwer o con Sage, lo que permite a las asesorías trabajar con diferentes programas al mismo tiempo. “Cuando se digitalizan y automatizan tareas, los profesionales pueden cuidar más a sus clientes y asesorarlos de una forma más especializada en base a datos reales”, asevera Dobaño.
Y es que la pandemia ha visualizado el valor que supone la automatización de procesos administrativos y bancarios. Asesorías y Gestorías, PYMES y autónomos, ganan tiempo evitando tareas repetitivas.