Recuperar los impagos de forma efectiva es uno de los grandes objetivos que tienen empresarios y autónomos españoles. Medio millón de empresas en España están en riesgo de quiebra principalmente por el retraso en los pagos y es que el 57% de las empresas españolas sufren alguna dificultad vinculada a los impagos de sus clientes; mientras que el 10% de las mismas aseguran que corren riesgo de cerrar sus negocios a causa de las altas tasas de morosidad que sufren, según el último informe de la Gestión del Riesgo de Crédito en España elaborado por Crédito y Caución. Esto evidencia que la falta de control sobre la morosidad es un riesgo para la actividad empresarial.
Es más, el 24% de las empresas españolas confirma que ha sufrido impagos significativos durante 2023. El 72% de las empresas tiene que aceptar plazos de pago superiores a los deseados para poder mantener su cartera de clientes en sus operaciones B2B. La capacidad de los autónomos para imponer plazos de pago se reduce al 15%. En el caso de la pyme este valor alcanza el 38% y escala al 47% en la gran empresa. Un escenario en el que la gestión de impagos cobra vital importancia.
Sin embargo, lejos del famoso ‘Cobrador del Frac’ o de las interminables llamadas de empresas, el cobro de las deudas está evolucionando hacia un proceso cada vez más automatizado e inteligente, con prácticas más éticas y eficientes. “La transformación del sector ha ido de la mano de la incorporación de tecnología para ganar en automatización, inteligencia, humanización, lo que, junto a los nuevos canales de comunicación, ha hecho mejorar los indicadores que miden la eficacia y la reducción de las tasas de morosidad”, explica Quim Zurano, CEO de Paymefy, solución de recobro que utiliza la inteligencia artificial para optimizar la tasa de recuperación.
Según este experto, la implementación de estrategias data driven y la IA en los procesos de gestión de impagos ha permitido analizar los datos de los deudores y establecer patrones que predicen comportamientos y ayudan a identificar señales de alerta temprana sobre posible entrada en morosidad e incumplimientos. “Esta capacidad de predecir ayuda a crear soluciones personalizadas que pueden resultar extremadamente útiles para el deudor a la vez que beneficiosas para la entidad”, mantiene Quim Zurano.
Por otro lado, desde Paymefy sostienen que la apuesta por los modelos de negocio sostenibles y de continuidad ha provocado una transformación en las empresas que se ha extendido hasta la implementación de estrategias de humanización y procesos que empatizan y dan respuesta a las inquietudes de la sociedad actual. “En toda estrategia de recuperación de deuda es importante analizar las prácticas ‘humanizantes’ que se están llevando a cabo, cuáles son las claves del éxito y cuáles son las barreras para seguir evolucionando”, mantiene Quim. Lo cierto es que la IA ya es capaz de mejorar el cobro de deudas en las empresas. Su capacidad para utilizar los datos, el aprendizaje automático y la ciencia del comportamiento es un poderoso medio para comprender a los clientes a un nivel más profundo y personal.
El CEO de Paymefy sostiene que la comunicación y la omnicanalidad es una estrategia que mejora la experiencia del cliente y aumenta las tasas de éxito de recobro: “Las secuencias de notificaciones a través de distintos canales online impactan a los clientes de forma inteligente hasta conseguir el pago. A diferencia del multicanal, este proceso combina puntos de contacto de comunicación para que la experiencia sea constante y unificada independientemente del propio canal”. Esto hace que la experiencia del usuario sea exponencial y que tenga un impacto significativo en la recuperación de esa deuda, ya que se amplifican los canales por los cuales el deudor puede hacer el pago de esta de una forma fácil y eficaz.
En este escenario es de vital importancia tener en cuenta que la IA erradica los sesgos humanos y permite la automatización lógica del proceso, a la vez que desarrolla un enfoque centrado en el cliente. Son las empresas que reconocen la importancia de priorizar las relaciones a largo plazo a través de una mejor experiencia las que prosperarán y crecerán. Sólo es cuestión de decidir si quieren hacerlo de la manera más fácil utilizando la IA, empleando los datos y humanizando el proceso.