Con la llegada del frío, la piel de los más pequeños se vuelve más vulnerable. Las bajas temperaturas, el viento, los contrastes de humedad y el uso de calefacciones resecan el ambiente y pueden alterar el equilibrio natural de la piel. Pero no todos los niños tienen la piel seca: muchos tienen piel sensible o delicada, un tipo de piel que necesita cuidados específicos para evitar irritaciones, rojeces o brotes de dermatitis.
“Una piel sensible es una piel que reacciona más de lo habitual ante estímulos externos. Es una señal de que la barrera cutánea está debilitada”, explica Natalia Olmo, fundadora de Maminat, marca española de cosmética natural y ecológica.
Cómo pueden identificar los padres si sus hijos tienen piel sensible
Hay algunas señales muy concretas que pueden ayudar a los padres a distinguir si la piel de los más pequeños de la casa es sensible o si simplemente es seca.
Las pieles sensibles son aquellas que se enrojecen con facilidad, sobre todo después del baño. Suelen presentar zonas rugosas, picor o descamación leve. Por otro lado, son tipos de pieles que reaccionan cuando se ponen en contacto con productos con perfumes o con detergentes.
“Es muy importante cuidar las pieles sensibles con productos formulados para ellos. Es lo que hicimos en Maminat Kids, nuestra línea infantil y de bebé”, cuenta Natalia Olmo de Maminat. “Las pieles sensibles pueden reaccionar con el roce de la ropa o, incluso, con el agua del grifo”, apunta.
Detectar estos signos de piel sensible a tiempo puede prevenir complicaciones más serias como puede ser la dermatitis atópica.
El cuidado de la piel sensible de los niños
El objetivo principal debe ser reforzar la barrera cutánea y reducir la inflamación sin recurrir a fórmulas agresivas. Olmo recomienda seguir estas rutinas básicas: elegir cosmética suave y natural. Evitar perfumes sintéticos, alcoholes o sulfatos que alteren el equilibrio de la piel.
Otra de las opciones es darles baños cortos con agua templada porque el exceso de calor reseca y les elimina el manto protector e hidratarlos después del baño con cremas naturales a ser posible. “Es muy importante evitar productos con disruptores endocrinos porque gran parte de la cosmética infantil los lleva lo que puede interferir en el equilibrio hormonal y agravar la sensibilidad”, explica la fundadora de Maminat.
Maminat Kids: la línea más delicada para las pieles más sensibles
Maminat ha desarrollado una línea específica para bebés y niños, Maminat Kids, con fórmulas naturales, testadas dermatológicamente y con más de un 99% de ingredientes de origen natural. Entre sus productos se incluyen: Gel-champú “Al agua patos”, con manzanilla y caléndula, ideal para limpiar suavemente el cuerpo y el cabello sin irritar los ojos ni las mucosas y la crema de pañal “Culito de bebé”, con óxido de zinc natural, mantecas vegetales y aloe vera bioactivo para proteger y calmar la zona del pañal.
Ambos productos son libres de siliconas, parabenos, ftalatos y colorantes, y están fabricados en frío, un proceso que conserva intactas las propiedades de los ingredientes.




