Pocas semanas después de la aprobación de la nueva ley de vivienda, las consecuencias den el mercado de la vivienda ya se están sintiendo de forma notoria. Eduardo Molet, experto inmobiliario con varias décadas de experiencia en el sector, alerta de que el deterioro del sector se ha agravado considerablemente y afecta tanto a alquiler como ventas, a inquilinos, propietarios e inversores. “Controlar precios y poner restricciones y condiciones a la relación entre agentes inmobiliarios, propietarios e inquilinos está teniendo consecuencias nefastas”.
Alquiler: desaparece la oferta y se disparan los precios
El resultado de la nueva ley está trayendo todos aquellos efectos que pretendía corregir. Molet explica que la oferta de viviendas en alquiler está despareciendo a la misma velocidad que están subiendo los precios de lo que queda en el mercado. “En las grandes ciudades, un inquilino con un salario medio no puede pagar por sí mismo un alquiler al precio actual, que ya está por encima de los 1.000 o 1.200 euros. Es un disparate”. El experto denuncia que apenas queda vivienda en alquiler disponible en las ciudades, y casi ha desparecido de los barrios más céntricos. “El problema es que este efecto se está trasladando a zonas cada vez más alejadas, las más periféricas. Al final, la falta de vivienda hará imposible encontrar y pagar un alquiler”.
Según Eduardo Molet, el destrozo continuará mientras la regulación y control público se mantenga. “En los próximos meses desaparecerán miles de viviendas en alquiler, impidiendo el acceso a particulares y familias con rentas medias y bajas. El precio de lo que quede será más caro, es inevitable”. Otra de las consecuencias en las que pone más atención el sector es en el creciente fenómenos de los ‘inquiokupas’, familias vulnerables que no pueden pagar sus mensualidades. “Esto está haciendo que muchos propietarios retiren del mercado sus viviendas en alquiler, ante el temor de que sus inquilinos dejen de pagar y no puedan recuperar la propiedad en años”.
Segunda mano: bajan precios, hipotecas y compraventas
El mercado de vivienda de segunda mano está sufriendo su vía crucis particular, en este caso con el crédito hipotecario como principal protagonista. La subida de los tipos de interés, con un Euríbor disparado con presenta síntomas de fatiga a medio plazo, está ralentizando las compraventas al impedir a los compradore acceder al crédito. Según indica Molet, ya estamos empezando a ver cómo empiezan a bajar los precios de venta, aún ligeramente. “En la primera mitad del año bajaban de forma tímida, por debajo del 1,5%, pero desde hace unas semanas, en las principales capitales españolas se empiezan a registrar bajadas notables, entre el 4% y el 5%. La caída en ciudades más pequeñas es más acusada, y se sitúan en el entrono del 15%”.
Nuda propiedad: una activo al alza
Eduardo Molet es uno de los principales expertos e impulsores de la compraventa de nuda propiedad en España. Desde su agencia, líder en Madrid en este activo con casi la mitad de las operaciones que se cierran en la capital, estiman que en 2023 se cerrarán unas 12.000 compraventas de nuda propiedad en España, frente a las 5.000 que calculan que se realizaron el año pasado. En el primer semestre de este año ya se habría alcanzado esta cifra, las 5.000. “Antes solo comercializábamos este producto 3 o 4 agentes inmobiliarios en toda España. Ahora somos decenas repartidos por todo el territorio”.
Hace 5 años la gente no sabía que era la nuda propiedad y desconfiaba de esta fórmula, pero ahora que hay más información y se populariza día a día, los pequeños propietarios están perdiendo este miedo y cada vez son más los que optan por vender la nuda propiedad de su vivienda para complementar su pensión y/o ahorros. “Han perdido el miedo a no poder vivir en la casa para siempre, al qué dirán de sus vecinos o sus familias. En definitiva, se está normalizando al nivel de otros países de nuestro entorno, como Italia o Francia”.