Un año después del confinamiento y con las medidas anti-contagios aún vigentes, el bienestar emocional comienza a tambalearse. Las empresas que han sido conscientes de este deterioro mental entre sus trabajadores han comenzado a dar pasos y crear acciones que puedan ayudar a manejar la situación. Belong to sea, startup que organiza acciones y eventos que promueven la sostenibilidad, ha vinculado el bienestar emocional con el medioambiente bajo la idea de que cuidarse a uno mismo comienza por cuidar a lo que nos rodea.
Actualmente, las empresas y los ciudadanos buscan herramientas y técnicas alternativas para mejorar el bienestar individual y colectivo. La necesidad de lidiar con la sensación de aislamiento, la pérdida de la comunidad, la rutina y el estrés ha dado lugar a una mayor concienciación y más valor al bienestar emocional.
Paralelamente a esta necesidad mental e impulsadas por la pandemia, las políticas de sostenibilidad de las empresas han dado un giro. La idea de cuidar el medioambiente ha tomado más relevancia en el ámbito corporativo y más empresas se han animado a intensificar los esfuerzos. Las acciones de concienciación entre los empleados se han retomado en el ámbito online o a través de experiencias híbridas. No obstante, el objetivo es el mismo: trabajar hábitos y ampliar conocimientos para crear una cultura sostenible.
“La deslocalización de los equipos y las dificultades de la pandemia están favoreciendo la pérdida de motivación. En estos momentos en los que empiezan a pesar los confinamientos y medidas es muy importante aumentar la energía. La mayor fuente de energía está en la naturaleza así que es importante la concienciación medioambiental, de ahí la idea de vincular ambas necesidades del planeta. Al mismo tiempo se trabaja en equipo y se fomenta la unión entre los empleados, ahora distanciados físicamente”, explica Cristina Arenas, co-Ceo de Belong to sea.
Mediante ejes de trabajo como CONECTAR, CONCIENCIAR Y COMPARTIR, Belong to sea crea acciones y actividades dirigidas a empresas para crear conciencia, cambiar hábitos y, como resultado final, que muchos menos residuos acaben en el mar y aumentar la energía de cada uno. A través de una plataforma online, los usuarios pueden acceder y encontrar las diferentes acciones a realizar. Cada acción ofrece una actividad o reto personal y otro colectivo para crear unión entre los trabajadores.
“Con cada empresa marcamos unas acciones a cumplir según sus valores, filosofía y objetivos. La empresa participa en un objetivo común por ejemplo, ayudar a tortugas y cuando los empleados consigan realizar todos las acciones online podrán ir a conocer las tortugas que han salvado con un compañero, su familia, por grupos reducidos. El objetivo de estas acciones, tanto individuales como colectivas, son aumentar el bienestar emocional de cada uno, conectar con los compañeros, su implicación en construir un mundo más comprometido, disminuir la presencia de plásticos en el mar y aumentar la presencia de vida marina. Así estaremos más cerca de lograr el objetivo global”, afirma María Coll Muñoz, co-Ceo de Belong to sea.
La suma de las pequeñas acciones individuales es lo que conseguirá un gran impacto global. Mantener los buenos hábitos en el tiempo dará lugar a grandes cambios y minimizará nuestra huella en el planeta. Para conseguir un efecto mantenido en el tiempo, las fundadoras de Belong to Sea proponen reforzar los eventos con pequeñas acciones de engagement que consoliden los objetivos.
