La ventilación natural favorece la disminución de contagios de COVID-19. Abrir las ventanas durante al menos 15 minutos generando ventilación cruzada, corrientes de aire, impide que el virus quede en suspensión en el ambiente. El coronavirus ha priorizado ventilación frente al confort térmico y en empresas, colegios y negocios se lleva trabajando ya un año con las ventanas abiertas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el SARS-CoV-2 se trasmite por gotas respiratorias emitidas cuando la persona infectada tose, estornuda, habla o canta. Pueden ser grandes, de tamaño entre 5 y 10 µm, y gotas pequeñas o microgotas, de tamaño inferior o igual a 5 µm (conocidas como aerosoles). Precisamente estas partículas pequeñas permanecen suspendidas en el aire durante un tiempo variable, a una distancia mayor de 2 metros, y especialmente en lugares cerrados.
La ventilación cruzada, 100% de aire exterior, barre estas gotas limpiando los interiores. Esta corriente de aire puede impulsarse y/o apoyarse en el uso de ventiladores. “Todos sabemos que si en una habitación abrimos una puerta y una ventana, se produce una corriente de aire que refresca el ambiente. Según el espacio, a veces no conseguimos esa corriente que ayuda a la disminución de contagios de coronavirus y un ventilador puede generarla. Eso sí, es necesario tener una ventana o puerta abiertas al exterior porque es muy importante que entre aire nuevo”, explica Antonio Viñuela, Director General Adjunto de SÛLION.
En los espacios laborales, oficinas, negocios y colegios donde un grupo de personas coincide en un mismo espacio interior, los ventiladores de techo fuerzan la salida del aire hacia el exterior a través de las ventanas y la puerta favoreciendo así la ventilación natural. El movimiento de las aspas provoca el ansiado intercambio de aire con el exterior de una forma más constante y rápida dificultando así que queden partículas del virus en suspensión que puedan causar contagios. No obstante, debe combinarse con la distancia de seguridad entre personas, el uso de mascarillas y las obligaciones que marca el RITE.
SÛLION, empresa española pionera en ventiladores de techo, propone su modelo UFO Armstrong para empotrar en techos, y especialmente para sustituir placas de 60×60 propios de lugares de trabajo, colegios, restaurantes y zonas de paso. Este ventilador con motor DC es ultra silencioso, tiene un consumo bajo y cuenta con luz con temperatura de color dimable, es decir, con tonalidad e intensidad seleccionable. Su potencia genera una ventilación formada y ayuda a renovar el aire de la estancia. El movimiento de sus aspas ayuda en la reducción de los niveles de dióxido de carbono y partículas ya que favorece la corriente de aire natural en combinación con las ventanas abiertas. En un mismo punto de luz se tiene iluminación y ventilación.
Este es uno de los más de 50 modelos de ventiladores de techo y pared diferentes que ofrece SÛLION. Entre los modelos más innovadores están el ventilador MIST con nebulizador de agua incorporado, el ventilador sin aspas RUBIK y aquellos ventiladores adaptados a los ciclos circadianos, con temperatura de color e intensidad regulable como el mencionado UFO Armstrong.
Estos innovadores modelos de ventiladores son parte del nuevo catálogo AIRE 2021 que SÛLION ha lanzado en marzo. El catálogo recoge 50 modelos además de una parte explicativa que aconseja cómo elegir ventilador en 6 pasos hasta las diferencias y ventajas del uso modo verano/invierno.