- La revista infantil “Namaka” lanza un nuevo número y lo hace abordando el tema de la diversidad funcional desde la mirada de los niños. ¿Cómo conseguir que nuestros hijos sean respetuosos e inclusivos con las personas con discapacidad?
- Para este número ha contado con la colaboración de Berta Rubio, presidenta de l’Associació d’Atenció a la Diversitat Familiar. Rubio expone que dar visibilidad a la diversidad es una tarea imprescindible que deben llevar a cabo las familias y todas las personas que trabajan con la infancia. Y es que poner de relieve y en valor la diversidad nos asegura tener a unos niños conscientes de que hay muchas maneras válidas de hacer y ser y, por tanto, unos adultos más respetuosos el día de mañana.
“En mi clase hay un niño que de vez en cuando se pone a gritar y necesita correr”. Se trata de una afirmación que muchas familias han escuchado por parte de sus hijos. ¿Cómo abordar el tema de la diversidad funcional en los menores? Según la Encuesta sobre Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia (EDAD) se estima que en España residen alrededor de 130.000 niños y niñas con discapacidad menores de 15 años. Por otra parte, se observa que los tipos de deficiencia más frecuente entre los niños y niñas con discapacidad son las deficiencias mentales y las deficiencias del sistema nervioso. Según un estudio del Observatorio estatal de la discapacidad, en Cataluña hay 33.322 personas menores de 17 años con discapacidad administrativamente reconocida (grado igual o superior al 33%). En este contexto, la revista infantil “Namaka” lanza su nuevo número (40) y lo hace centrándose en la diversidad funcional. El objetivo es reivindicar la riqueza que las personas con discapacidad aportan a la sociedad, con el fin de construir una sociedad más inclusiva en todos los aspectos. En este número se ha contado con el asesoramiento de CIPO, cooperativa sin ánimo de lucro que trabaja para la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o enfermedades mentales.
Del mismo modo, Berta Rubio, presidenta de l’Associació d’Atenció a la Diversitat Familiar, ha colaborado en la nueva edición de la revista. Rubio aboga por una educación en la diversidad y destaca las claves para conseguirlo.
Predicar con el ejemplo
Como en todo, la base está en ser ejemplo de conducta. El primer paso para que nuestros niños no discriminen a aquellas personas que son diferentes (por el motivo que sea) es que los adultos no lo hagamos. Y esto implica revisar y corregir las propias creencias, actitudes y comentarios. “Solo si nosotros creemos firmemente que la diversidad es una riqueza, podremos transmitir a los niños que las personas conforman un mosaico increíble hecho de miles de teselas de diferentes formas y colores, y que cada una de estas personas tiene algo interesante para compartir con el resto” comenta Berta Rubio.
Todos somos diferentes y un equipo
Es crucial, a la hora de educar, visibilizar que todos somos diferentes unos de otros por diferentes motivos. Hay que mostrar a los niños que “estas diferencias hacen que nuestra sociedad sea más rica e interesante porque todos podemos aportar cosas distintas” afirma Rubio. En este punto, si nuestros hijos tienen un compañero con discapacidad, es clave mostrarles “que somos como un equipo al que cada persona aporta habilidades únicas que hacen que el grupo sea más fuerte. Hay quien subirá a los árboles, quien tendrá mucha empatía y generosidad y quien será excelente en matemáticas o en dibujo. Y, en conjunto, podremos hacer un montón de cosas que no podríamos hacer de forma individual”.
Visibilizar las capacidades de las personas con discapacidad
Siguiendo con esta idea de poner énfasis en las capacidades de cada uno, de ver cómo podemos ir más allá de las dificultades (de la discapacidad funcional en este caso), es interesante tener algunos recursos concretos como biografías de personajes célebres que hayan tenido alguna discapacidad grave (Roosevelt —presidente de Estados Unidos que iba en silla de ruedas—, Beethoven —que siguió componiendo a pesar de su sordera—, Jim Abbott —jugador de béisbol profesional al que le faltaba una mano—, Stevie Wonder —músico ciego desde la niñez—, Stephen Hawking (científico muy relevante con ELA—, etc.) y dar a conocer la obra de estas personas a los niños.
Las obras de ficción (libros y películas) también son un recurso imprescindible para que los niños y preadolescentes tomen conciencia de la diversidad funcional, empaticen con las problemáticas con las que se encuentran las personas con discapacidad (el rechazo de la sociedad, las dificultades causadas por el entorno poco adaptado, etc.) y puedan ver las capacidades de cada individuo.
Acercarse al otro, a lo diferente de mí
Tenemos tendencia a validar lo que conocemos más, que es lo que tenemos más cerca (nuestra forma de hacer y de ser). Para que los niños puedan ampliar el abanico y darse cuenta de que existen diferentes maneras válidas de hacer y de ser, debemos ofrecerles la opción de conocerlas. Es importante pararse a pensar cómo podemos ampliar este abanico de muestras, para que los niños vean que hay otras opciones tan válidas como la nuestra: otras culturas y tradiciones, personas con diferentes capacidades físicas e intelectuales, etc.
Tal y como señala Berta Rubio “es imprescindible educar a los niños en el respeto por la diversidad, para que el día de mañana sean más libres (sepan que en la vida hay muchas maneras de hacer las cosas), tengan empatía con el resto de las personas (porque sabrán que nadie es mejor que otro y que cada uno tiene sus dificultades y capacidades) y puedan vivir en un mundo más cooperativo que competitivo”.
Acerca de Namaka – https://revistanamaka.com/
“Namaka”, la revista infantil para los temas tabú
“Namaka” es una revista infantil nacida en 2017 que trata temas que suelen ser tabú, como la muerte, el duelo, diversidad, feminismo, salud mental, guerras, etc. Desde entonces, se ha convertido en un referente para familias y escuelas, a la hora de tratar temas que suelen ser complicados de abordar. La forma de abordarlos es huyendo de un contenido infantilizado, a través de un vocabulario rico y unas ilustraciones que, además de reforzar los textos que acompañan, son grandes trasmisores de conocimientos y valores. La revista se edita en catalán de forma bimestral y tiene un alcance de 10.000 lectores por publicación.