Los profesionales y agencias del sector inmobiliario están detectando una preocupante falta de oferta de pisos de alquiler, situación que se ha agravado significativamente desde la aprobación de la Ley de Vivienda hace un año. Según datos recientes, la oferta de viviendas en alquiler se ha reducido en un 45%, lo que ha provocado un notable desplazamiento de la demanda hacia poblaciones periféricas.
El deterioro del mercado del alquiler sigue imparable
Eduardo Molet, reconocido consultor inmobiliario, asegura que la retirada de viviendas en alquiler del mercado está disparando aún más los precios de una oferta cada vez más escasa. “La última ley de vivienda, con sus restricciones de precios y la inseguridad jurídica frente a impagos y ocupaciones, ha acelerado el deterioro del mercado de alquiler. Cada vez más propietarios prefieren no alquilar, especialmente a inquilinos con situaciones cercanas a la vulnerabilidad, por miedo a no poder recuperar sus viviendas en caso de impago“, comenta Molet.
En las grandes ciudades, los inquilinos con salarios medios encuentran imposible pagar los alquileres actuales, que superan los 1.000 o incluso 1.200 euros. La oferta de alquiler ha desaparecido en muchos barrios céntricos y es cada vez más escasa en las zonas periféricas. La subida de los tipos de interés también ha complicado la situación, ya que muchas familias que querían comprar no pueden acceder a una hipoteca y se ven obligadas a alquilar.
“Cada vez hay más demanda y menos oferta. Lejos de mejorar, la regulación ha empeorado la situación”, asegura Molet. En su agencia inmobiliaria, la oferta de alquiler ha caído un 36% en lo que va de año, mientras que las compraventas sin financiación han alcanzado el 32% del total, una cifra sin precedentes. Sin embargo, Molet advierte que no todos pueden comprar una casa sin hipotecarse.
Respecto a los precios, el alquiler ha subido un 3% desde enero, con un incremento anual cercano al 7%. Respecto a los precios de venta, están subiendo alrededor de un 5% desde comienzos del año, ya que la escasa oferta en el mercado del alquiler está desplazando la demanda hacía la venta. “La situación de incertidumbre en el mercado de la vivienda es de una magnitud nunca vista”, concluye Molet.