La búsqueda de la longevidad y el bienestar estético está impulsando a la sociedad a invertir más que nunca en el autocuidado a través de sectores como la belleza, la medicina estética, la nutrición y el fitness. No solo vivimos más, sino que también aspiramos a vivir mejor y a vernos bien durante más años. Este cambio en las prioridades ha impulsado el desarrollo de industrias como la medicina estética, que responde a una demanda en constante crecimiento de tratamientos para preservar una apariencia juvenil y saludable.
Según datos recientes, casi el 50% de la población ha recurrido a tratamientos estéticos en el último año, y esta cifra sigue en aumento. Este fenómeno se ve impulsado en gran parte por un nuevo perfil de pacientes cada vez más jóvenes, atraídos por las redes sociales e influencers y el interés en mejorar su imagen. Cada vez es más común que personas de entre 20 y 25 años opten por tratamientos inyectables como el relleno de labios con ácido hialurónico.
La Dra. Natalia Palacios, cirujana oral y especialista en armonización orofacial, explica que “el ácido hialurónico es una herramienta excepcionalmente versátil que permite diseñar tratamientos completamente personalizados. Con su aplicación en distintas áreas, logramos armonizar la estructura facial y realzar la belleza natural de cada persona de manera sutil y equilibrada”.
La demanda de tratamientos con ácido hialurónico refleja la preferencia creciente por métodos estéticos que ofrezcan resultados efectivos y sin cirugía. Estos procedimientos no solo mejoran la apariencia física, sino que también aumentan la autoconfianza de quienes los eligen. En palabras de la Dra. Palacios: “El ácido hialurónico ha llegado para quedarse. Es una herramienta que nos permite personalizar cada tratamiento, resaltando lo mejor de cada persona”.
Ácido hialurónico: el avance definitivo en hidratación y rejuvenecimiento celular
El ácido hialurónico es una biomolécula que se encuentra de manera natural en el organismo, especialmente en la piel y las articulaciones. Su capacidad de atraer y retener hasta mil veces su peso en agua lo convierte en un potente hidratante natural. A medida que envejecemos, los niveles de ácido hialurónico disminuyen, lo que lleva a la aparición de arrugas y pérdida de elasticidad en la piel.
Ante esta pérdida natural, el ácido hialurónico se ha convertido en uno de los principales aliados de la armonización orofacial. Al inyectarse en las capas profundas de la piel, ayuda a recuperar el volumen, reducir líneas de expresión y mejorar la hidratación, devolviendo al rostro un aspecto rejuvenecido sin necesidad de cirugía.
“La seguridad y biocompatibilidad del ácido hialurónico son claves en su popularidad. Al ser una sustancia que ya se encuentra en el organismo, el riesgo de reacciones adversas es mínimo, y los efectos secundarios, como enrojecimiento o hinchazón, desaparecen en pocos días”, asegura la Dra. Palacios.
Procedimientos cada vez más demandados
Entre los tratamientos faciales, el relleno de labios y la corrección de arrugas son de los más solicitados. Estos procedimientos buscan mejorar el volumen y la definición de los labios, corregir arrugas en el área del “código de barras” sobre el labio superior, y suavizar los surcos nasogenianos y líneas de marioneta, lo cual proporciona una apariencia fresca y descansada al rostro.
Por otro lado, la definición del ángulo de mandíbula, del reborde mandibular y del mentón es una técnica que permite restaurar el volumen perdido, cada vez más solicitado por aquellos que desean una mayor proyección y firmeza en esta área del rostro. Este tratamiento combate la flacidez y define el contorno facial, aportando un perfil juvenil y armonioso.
“El ácido hialurónico nos permite ofrecer efectos visibles desde el primer día y con una duración prolongada”, comenta la Dra. Palacios.
La importancia de elegir un profesional cualificado
Si bien los tratamientos con ácido hialurónico son seguros, es fundamental que sean realizados por un profesional capacitado. La Dra. Natalia Palacios subraya que “la formación específica en técnicas de aplicación es esencial para garantizar un resultado natural, minimizando los riesgos. Además de ofrecer cursos de formación en armonización facial, mi objetivo es que los profesionales puedan aplicar esta técnica de forma segura y efectiva”.
Cuidados posteriores y posibles complicaciones
Los cuidados posteriores son esenciales para asegurar el éxito del tratamiento. Evitar el maquillaje durante las primeras 24 horas, no realizar ejercicio físico intenso y protegerse del sol son algunas de las recomendaciones habituales. En casos excepcionales, pueden presentarse complicaciones como granulomas u oclusiones vasculares. En estas situaciones, la hialuronidasa, una enzima capaz de disolver el ácido hialurónico, se convierte en una herramienta invaluable para su tratamiento.
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